Bamtaaré Rewbé - Honrar a las mujeres
PROYECTO BAMTAARÉ
– HONRAR A LAS MUJERES | SENEGAL
El proyecto ha contribuido a poner fin a la Mutilación Genital Femenina (MGF), la Violencia de Género y a mejorar las oportunidades de las mujeres para ejercer sus derechos, legales y sociales, en la ciudad de Kolda, Senegal.
A pesar de estar prohibida, la MGF se practica en un 85% de las mujeres entre 15 y 49 años y en el 45% de las menores de 15 años. El embarazo precoz representa una carga en las escuelas y en los hogares siendo del 30% y 2/3 de ellos involucran a niñas entre 14 y 16 años. Además, solo cuentan con un centro de salud y un médico para más de 72.000 habitantes que se encuentra a una media de 5 kilómetros de los hogares y la mayoría de la población vive en pobreza, con menos de un dólar al día.
La lucha contra la Mutilación Genital se inició en Senegal en la década de 1970, con el inicio de programas para promover el abandono de la ablación. En 1999, la ley 99-05, que prohíbe la práctica de la Mutilación Genital Femenina en Senegal, fue adoptada tras la incidencia de un lobby de mujeres del Parlamento en la Asamblea Nacional.
La propuesta se enmarca en torno a
5 objetivos
Acciones para acabar con la mutilación genital femenina.
¿cómo lo hacemos?
Abordamos la Mutilación Genital Femenina (MGF) y el matrimonio infantil forzado, el abuso sexual, la violencia doméstica y/o íntima que sufren las niñas y mujeres en la ciudad de Kolda, Senegal. Una propuesta donde se complementan el enfoque de género, de desarrollo comunitario y de derechos humanos, capacitando en diversos aspectos y empoderando a la población, involucrando a toda la sociedad civil, a las instituciones y líderes locales. Reforzado con el trabajo de sensibilización y promoción por parte de los medios de comunicación y redes.
Trabajamos en coordinación con múltiples actores como la Inspección Académica, la Inspección de Educación y Formación, liceos, comunas, el distrito sanitario de Kolda, la Inspección Médica Escolar, la dirección de educación e información sanitaria y la coordinación del centro de asesoramiento para adolescentes y jóvenes de la comuna de Kolda. En materia de desarrollo económico, nos coordinamos con la Asociación de mujeres productoras de Kolda, y la CDAF (Centro departamental de asistencia y formación para mujeres).
Una vez expuestos anteriormente los objetivos, os contamos una serie de acciones realizadas para cumplir con cada uno de ellos.
# Heroinas
# Relatos en primera persona
El día que me circuncidaron acompañé a mi madre al monte como de costumbre para ayudarla a recoger leña. No sabía que sería el fatídico día en el que me iban a circuncidar. En lugar de pararme en el sitio habitual, mi madre me sugirió que nos alejáramos un poco. Recuerdo que había un gran baobab y nos esperaba una señora mayor con otras tres personas. En cuanto vi a la anciana y la reconocí, grité con todas mis fuerzas porque todas le teníamos miedo. Nuestras hermanas mayores nos hablaban de ella constantemente porque habían pasado por el mismo ritual anteriormente, y en cuanto una niña la veía en el pueblo, salía corriendo porque nadie se atrevía a mantenerle la mirada, porque nos transmitía respeto, pero sobre todo miedo debido al trauma que nos queda tras ese horrible día. Me agarraron de las manos y de los pies y recuerdo el fuerte dolor que sentí cuando me cortaron los genitales. Era un dolor insoportable, inimaginable. Durante la semana que siguió estuve postrada en cama porque no podía caminar con normalidad o sentarme correctamente, incluso orinar era casi imposible. De vez en cuando sentía que se me mojaba la ropa, pero con el tiempo, el dolor se desvaneció.
La decisión viene de nuestros padres y de “la guardiana de la tradición”. No puedo decir qué parte me cortaron, pero sé que hacer un corte en el clítoris sirve para evitar que las chicas no deseemos estar con hombres. Las ceremonias de ablación se realizan más durante el invierno, cuando muchas niñas de mi edad o incluso más pequeñas son circuncidadas.
En nuestra comunidad tenemos prohibido salir con chicas que no hayan sido circuncidadas, porque son vistas como una deshonra para sus padres y no son dignas de confianza. Los hombres en edad casadera prefieren chicas circuncidadas. Las niñas no circuncidadas son estigmatizadas y discriminadas dentro de la sociedad, de forma que no pueden formar parte de las actividades comunes. Las circuncidadas se consideran socialmente mejores que las niñas no circuncidadas, por las que no se tiene respeto.
A día de hoy, a veces siento dolor en la zona vaginal, especialmente al orinar o sofocos que me impiden concentrarme en clase. Con esto os quiero decir que si tuviera la opción, nunca me habría circuncidado.
Ser sometidas a esta práctica supone una violación de nuestros derechos más básicos, de nuestro consentimiento.
Ahora es el momento de sensibilizar a nuestras madres y padres, y hacerlos entrar en razón para que dejen de lado esta práctica aunque para ellos hasta ahora, prima el respeto a la tradición por encima de nuestros derechos.
Para luchar mejor contra la mutilación genital femenina, también creo que es importante integrarla en las en las asignaturas del colegio como un medio para concienciar a todos los estudiantes, quienes podrán a su vez concienciar a sus padres cuando lleguen a casa.
Mi madre empezó a cuestionar esta práctica cuando el personal sanitario le asignó el puesto de matrona. A pesar de los esfuerzos realizados por el personal, es importante señalar que el apoyo psicológico y una mejor gestión de las necesidades de las víctimas sigue siendo un reto por cumplir. Me resulta obvia la necesidad de contratar a una persona especializada en el tema o establecer un servicio especializado para la adecuada atención de las víctimas.
Además, subvencionar la atención de las supervivientes de la Mutilación Genital Femenina (MGF) en el contexto de las instituciones sanitarias y garantizar que esta sea accesible para todas sería positivo y facilitaría mucho el seguimiento de las pacientes. El fortalecimiento de las competencias del personal sanitario en la atención adecuada de las víctimas de la MGF debe tenerse en cuenta en la definición de estrategias de lucha contra la MGF.
Para nuestros padres, la MGF sigue siendo un tema tabú. Por eso mismo propongo la implicación de las supervivientes de la MGF en los distintos programas relativos a la lucha contra la MGF para darles un espacio donde plantear sus problemas. ¿Por qué no establecer un marco de diálogo que reúna a víctimas de la MGF como se hace con alcohólicos anónimos? Podrían apoyarse mutuamente y crear lazos inquebrantables.
A pesar de ser joven, como víctima, y teniendo en cuenta toda la información que tengo sobre la MGF, no pienso someter a mi hija a esta práctica.
El agua de este cuenco servía para limpiarnos las manos después de la circuncisión y el agua nunca se cambiada porque tiene un poder místico. Las ceremonias de circuncisión se hacían en el monte y se celebraban a petición de los padres, por lo que no había un periodo específico. Siempre recibíamos mujeres que traían a sus hijas o nietas para continuar con la tradición.
En la práctica, era suficiente con hacer un corte en el clítoris con una cuchilla. Sin embargo, fieles a nuestras creencias, era la "souna" (pequeña parte, según la recomendación del Profeta) la que debía extirparse.
Por otro lado, reconozco que no tomábamos medidas para garantizar la salud de la niña circuncidada. Son los padres de la niña los que se encargan de su cuidado y seguimiento hasta su recuperación. Una vez que la niña ha sido circuncidada, la extirpadora ya no tiene ninguna responsabilidad sobre ella y no responde ante ninguna consecuencia relativa a su salud.
Dado que la circuncisión femenina es una práctica que forma parte de nuestras tradiciones y costumbres transmitidas de generación en generación, siempre la habíamos considerado como una misión muy noble y que ser extirpador no era una labor que pudiera realizar cualquiera.
Después de mi reunión con la asociación que lucha contra la circuncisión femenina, liderada por Mariama Niamadio, quien me hizo tomar conciencia y me convenció de las consecuencias negativas de la Mutilación Genital Femenina (MGF) en la salud, dejé de lado por completo esta práctica perjudicial que atenta contra la dignidad de las niñas y su integridad física. A día de hoy, la mayoría de mis compañeras se han comprometido a crear conciencia sobre la MGF en nuestra comunidad.
Las jornadas de sensibilización en las que participaron la mayoría de extirpadores, a través de la asociación de Mariama, nos permitieron conocer mejor las consecuencias negativas de la ablación en las niñas. La mayoría de las niñas circuncidadas presentan diferentes síntomas después del ritual: sangrado, problemas para tener relaciones sexuales, dificultades para dar a luz, pérdida del placer sexual, problemas psicológicos, etc. Personalmente, después de enterarme de todos estos efectos decidí dejarlo de lado y comprometerme con la lucha contra la ablación, concienciando a mis compañeros.
Es importante señalar que la práctica de la ablación está fuertemente respaldada por la estigmatización y discriminación de las niñas no circuncidadas, llamadas niñas “solima” (niñas impuras), lo cual supone una restricción para la mayoría de las familias que no tienen más remedio que circuncidar a su hija según las normas sociales de nuestra comunidad. De hecho, las niñas no circuncidadas no se consideran mujeres reales en la comunidad, no pueden preparar ni dar de comer y nunca participan en los debates de mujeres ni en los centros comunitarios de toma de decisiones.
Pero hoy, con el fortalecimiento de los programas de concienciación sobre las prácticas nocivas relacionadas con la ablación, se está produciendo una disminución de la práctica, especialmente entre las generaciones jóvenes que están muy comprometidas en la lucha contra la ablación.
La satisfacción que siempre obteníamos de la práctica de la ablación era en su mayor parte un sentimiento de orgullo por haber contribuido a perpetuar la tradición, pero sobre todo por el agradecimiento de los padres de las niñas circuncidadas. La mayoría de los padres nos obsequiaban con regalos como jabones o boubous dos semanas después del ritual.
Opino que para eliminar la práctica de la circuncisión femenina, es necesario fortalecer las acciones de concienciación en todos los niveles de la comunidad. Es cierto que la ley prohíbe la práctica de la ablación, pero a pesar de ello, la gente sigue practicándola en secreto. Mientras la comunidad sea cómplice de la práctica, nadie denunciará. Por otro lado, si se aplica la ley de forma estricta, se puede intimidar a los extirpadores más tozudos y empujarlos a detenerse. Por ejemplo, en una comunidad vecina, un extirpador fue encarcelado. Muchos se han detenido temporalmente, pero algunos continúan en secreto.
La mejor estrategia para erradicar la ablación es sensibilizar a todos los estratos sociales de la comunidad, lo cual requiere un proceso participativo e inclusivo, implicando a diferentes clases de actores.
Las mujeres seguirán protegidas: Implicación política.
La 1ª teniente alcalde muy implicada en el proyecto (implicación a nivel político/es también diputada por Kolda en el Asamblea Nacional): Sra Danfa.
Este punto es importante ya que gracias al apoyo de estas figuras, el proyecto puede mantenerse en el tiempo. La implicación de las autoridades locales y la inclusión de una estrategia de MGF a nivel sanitario en el ayuntamiento, asegura la continuidad de estas acciones en la ciudad de Kolda.
la teniente alcande asume el compromiso de designar un presupuesto a la formación de las niñas en materia de SSR, MGF, embarazo precoz y violencia contra la mujer, así como a asumir el proyecto como propio.
Nuevo acuerdo. Otro logro de las activistas.
Activista explica el NEW DEAL / NUEVO ACUERDO que las chicas han puesto en marcha entre ellas y sus padres.
Nuestras activistas han puesto en marcha el NEW DEAL, conoce en que consiste: el corte.
Estudio antropológico
https://www.amref.es/articulos/comprender-mutilacion-genital-femenina/
Documental
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a los que contribuye el proyecto:
ODS 3: Buena salud y bienestar
ODS 4: Educación de calidad
ODS 5: Igualdad de género