Las madres en el centro
de la crisis climática
La sequía ha empeorado la situación nutricional de las madres y sus bebés en África
Cuando el hambre agudiza te sientes en tal estado de indefensión que la mente queda atrapada y los sentimientos aparcados. Con la desnutrición severa ocurre que las emociones obstaculizan la capacidad de la persona para luchar o valerse por sí misma. Esta es la historia de Salo Ali quien vive en el condado de Marsabit, en Kenia.
En España, el domingo 7 de mayo celebramos el Día de la Madre, una fecha emotiva que reúne a las familias . Lamentablemente, cada año factores como la ausencia de recursos sanitarios de calidad provocan la muerte de unas 300.000 mujeres de todo el mundo durante el embarazo o poco después. En el África Subsahariana, la tasa de mortalidad materna es la más alta del mundo. Dar a luz, sin atención profesional, suele generar importantes consecuencias tanto para la madre como para el bebé.
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«Esta sequía es un gran desafío para nosotras las madres porque ni siquiera tenemos con qué amamantar a nuestros bebés», narró Salo Ali.
Para las lactantes como Salo Ali, la falta de una fuente constante de alimentos ha provocado que las madres con bajo peso o problemas de desnutrición no puedan aportar a sus hijos los nutrientes necesarios en una etapa crítica de su crecimiento.
La familia de Salo Ali se apiña junto a su redonda casa tradicional. Ella está machacando granos de maíz con un mortero para lo que será su comida del día, posiblemente la última en un tiempo . En el regazo está Gumato, un bebé de seis meses.
Alrededor de su aldea, la sequía de tres años ha dejado una profunda devastación. La arena cubre la mayoría de las partes, y las grietas en el suelo han crecido en lo profundo de la tierra estéril y reseca. El entorno es pálido y extraño, incluso deshumanizado. Las últimas cinco temporadas de lluvias han fracasado dejando la tierra seca y a la gente desesperada
«Lo que más temo es la falta de alimentos, sobre todo, para nuestros hijos», dice Salo Ali quien agregó que «si esta sequía continúa y no recibimos ayuda pronto temo que la gente empiece a morir».
El deterioro de la situación nutricional se atribuye principalmente al empeoramiento de la inseguridad alimentaria, con la disminución de la disponibilidad de leche y la subida vertiginosa de los precios de los alimentos impulsada por la escasa oferta y la gran demanda de productos básicos en todos los mercados de África Oriental. Las comunidades de estas zonas del país están desatendidas y marginadas, y las sequías han agravado la situación. Esto, combinado con prácticas insalubres de atención materno-infantil, como los partos en casa, la elevada morbilidad y las malas prácticas de agua, saneamiento e higiene, ha afectado a la salud de las comunidades.
«Ahora mismo, la inseguridad alimentaria aquí es grave. Hay muchos niños desnutridos. Algunos han perdido la vida», explicó Kame Wato, especialista en salud pública del proyecto HEAL.
Kame proporciona servicios sanitarios esenciales y suplementos nutricionales a quienes se enfrentan a la desnutrición.
Acabar con el hambre es la prioridad número uno, pero encontrar pequeñas porciones de maíz no es fácil, y tienen que ir preguntando a los vecinos que se encuentran en una situación similar. Con los pocos granos que consiguen, Salo Alí tiene que repartirlos entre sus cabras y su familia.
«Separo el maíz que muelo para que la cáscara se la coman las cabras y el resto nosotros, porque las cabras tampoco tienen otras cosas que comer y aquí tengo dos», contó Salo Alí.
Mientras la madre de cuatro hijos muele los granos de maíz para la comida del día, no sabe de dónde sacará la siguiente. Esta última ración, dice, la recibió de su vecina que tuvo que compartir su pequeña porción . Durante los dos últimos meses, han pasado noches sin comer. Cuando conseguían algunas raciones, daban prioridad a los niños y los adultos tenían que saltarse las comidas.
«Antes tenía un huerto, pero las cosechas se fueron con la sequía», destacó Salo.
Cuando habla, su voz es firme y segura. Es de mañana, pero el aire ya está caliente y la luz matinal juega con su tez, abrazando cada rasgo de su rostro.
90% de las fuentes de agua se han secado
La situación empeora más ante el hecho de que las comunidades no pueden acceder a fuentes de agua seguras y fiables. Recientes investigaciones de varios organismos, han revelado que más del 90% de las fuentes de agua superficial se han secado en la zona. La última vez que bajó agua por el río provisional que hay junto a la casa de Salo Alí fue en abril de 2020.
«Normalmente tenemos agua aquí, pero desde que no llueve desde hace tres años, es diferente», destacó.
En la aldea de Salo, el fracaso de la temporada de lluvias y una sequía demasiado prolongada ha dejado seco el río desesperando a la comunidad. El único pozo poco profundo, su principal fuente de agua, se está secando. Ahora, junto con otras mujeres, tiene que esperar horas a que el agua se filtre entre las rocas antes de usarla en casa.
A veces, tiene que enfrentarse a noches frías con su bebé, sólo para volver con un litro de agua.
«Es difícil conseguir agua. Sólo consigo un litro, que no es suficiente para cocinar y comida al mismo tiempo»…Además, por la noche, hace frío y tenemos miedo de que los niños que llevamos a cuestas cojan una neumonía»., contó afligida.
¿Qué opciones tienen? Sin acceso a agua potable, las familias corren el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua. Las madres embarazadas y lactantes y los niños menores de cinco años son los más expuestos.
Impacto de la sequía prolongada
Desde el sur de Etiopía hasta el norte de Kenia y Somalia, regiones donde la población depende principalmente de la ganadería y agricultura, 22 millones de personas corren el riesgo de pasar hambre, víctimas de una sequía histórica que comenzó a finales de 2020 y que, en el momento de redactar este informe en marzo de 2023, se prevé que dure los próximos meses. Esta cifra casi se ha duplicado desde principios de 2022, cuando 13 millones de personas se enfrentaban al hambre en el Cuerno de África.
¿Qué está en juego? La crisis climática también es sanitaria
Debido a los cambios climáticos, las pautas meteorológicas se han alterado negativamente. En el norte de Kenia, las sequías son ahora más frecuentes, prolongadas y calurosas. Pero la sequía no afecta a la seguridad alimentaria de forma aislada. Más bien, sino que agrava las vulnerabilidades existentes causadas por la pobreza crónica y las múltiples perturbaciones climáticas.
A) Sistemas sanitarios vulnerables:
La crisis climática está perturbando los sistemas de salud en África porque no sólo tiene repercusiones directas en la salud humana, como el aumento de algunos brotes de enfermedades debidos a condiciones meteorológicas extremas, sino que además también amenaza la capacidad de los sistemas sanitarios para gestionar y proteger la salud de la población.
B Inseguridad alimentaria:
La falta de lluvias y la pérdida masiva de ganado han provocado la inseguridad alimentaria de muchas familias, lo que significa que no tienen acceso a alimentos suficientes y asequibles, y ya se está produciendo un aumento de los casos de desnutrición. Para los grupos vulnerables, como las mujeres embarazadas, las madres lactantes, los niños y las personas mayores, esto supone un riesgo para la salud, ya que la desnutrición puede conducir al desarrollo de enfermedades y afecciones crónicas.
C) Escasez de agua:
El signo más evidente del cambio climático ha sido la alteración del agua, especialmente de su acceso. El ganado del que dependen las comunidades, cada vez más debilitado, muere por deshidratación y falta de pastos. Las familias, especialmente los niños menores de cinco años, son propensas a contraer enfermedades transmitidas por el agua sin acceso a agua potable.
D) Mujeres y niñas en primera línea de la crisis climática:
La crisis climática no afecta a las personas por igual; de hecho, profundiza las desigualdades preexistentes, socavando los derechos humanos, causando pérdidas y daños a la salud, los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria, y desencadenando migraciones, conflictos y fragilidad inducidos por el clima. Las mujeres tienen vulnerabilidades sanitarias específicas y menos opciones o recursos que los hombres para adaptarse a las condiciones cambiantes. Para las mujeres, el acceso a los servicios esenciales de salud reproductiva es limitado y la crisis climática está empeorando una situación ya de por sí mala. Las madres embarazadas y las jóvenes se encuentran en una situación difícil.
«Llevar la asistencia sanitaria comunitaria móvil a estas zonas de difícil acceso es como llevar un hospital a estas aldeas remotas», afirma Kame Wato, especialista en salud pública.
Trabaja para el proyecto HEAL de Amref, y su función consiste en llevar servicios sanitarios esenciales a las comunidades que viven en algunas de las zonas más remotas de Kenia. Muchas aldeas están alejadas de los centros de salud, lo que supone un riesgo para los grupos vulnerables. Van a lugares donde las madres necesitan mucha ayuda, sobre todo las embarazadas y los niños que no pueden recorrer la distancia. Algunos lugares en los que llevamos a cabo actividades sanitarias comunitarias están a más de 35 kilómetros de los centros de salud.
«La mayoría de las madres dan a luz en casa, y el único momento en que pueden acceder a la atención prenatal es durante los servicios de salud comunitarios», explica Kame.
Aquí se atiende a los humanos y también a los animales. Para las personas, ofrecemos servicios como la vacunación de sus hijos y consultas menores para embarazadas y madres lactantes. Su salud también está más relacionada con la de los animales. Porque si esos animales enferman, ellos también se ven afectados, y lo mismo ocurre con el medio ambiente.
En situación de sequía, se necesitan más recursos para proporcionar a las comunidades los servicios esenciales, ya que son más susceptibles a los peligros oportunistas para la salud. El aumento de la demanda debido a la crisis pone a prueba la capacidad de los sistemas sanitarios para prepararse y hacer frente a peligros crecientes, como la malnutrición o los brotes de enfermedades.
«Los que son admitidos en el programa suplementario, normalmente se supone que son dados de alta a los tres meses, pero con la sequía, puedes encontrarte con que el niño puede permanecer en el programa durante muchos meses… Los casos de desnutrición van en aumento. Se necesitan urgentemente especialistas sanitarios en esta situación crítica de sequía», advirtió Kame.
En medio de una de las peores sequías de los últimos años, las acciones que están dando resultados son:
- Inmunización de niños menores de cinco años.
- Tratamiento tanto para las personas como para su ganado.
- Atención prenatal.
- Suministro de alimentos.
La respuesta e intervención de Amref Salud África: proyecto HEAL
Desde que las familias perdieron el ganado a causa de la sequía, muchas se encuentran en una depresión financiera, incapaces de comprar alimentos cuyos precios se han disparado. El proyecto HEAL de Amref ha proporcionado apoyo a los proyectos de alimentación de las comunidades más vulnerables. Se trata de personas cuyos medios de subsistencia han sido destruidos o interrumpidos.
El proyecto HEAL se centra en la prestación de servicios sanitarios al ganado y a las personas. Esto es crucial, ya que la vida de los habitantes de la zona está estrechamente ligada a la de los animales. Concretamente el proyecto se centra en:
– Estabilización de los ingresos para alimentación suplementaria de las familias.
– Garantizar el acceso al agua para las familias y su ganado.
– Protección y la preservación del ganado de cría autóctono para mantener la capacidad de recuperación de los medios de subsistencia de las familias.
– Suplementos nutricionales en los más afectados: consiste en llevar a cabo campañas móviles para examinar a las comunidades, especialmente a los grupos vulnerables, y suministrar suplementos nutricionales a los afectados como parte de un programa complementario.
El objetivo general del proyecto HEAL es mejorar el bienestar y la resistencia a las crisis de las comunidades vulnerables de las zonas de pastoreo y agropastoreo del Cuerno de África.
¿Quieres ayudar a mujeres como Salo? En el Día de la Madre puedes hacer algo grande por ellas. Colabora donando aquí: https://www.amref.es/madre-crisis-climatica/