74.000 niños desplazados en Etiopía: el hambre se agudiza
Sequía y la crisis alimentaria
La sequía y crisis alimentaria extremas en el cuerno de África, concretamente en Etiopía, provocadas por el cambio climático, el impacto del COVID en los mercados laborales, la guerra en Ucrania y su influencia en los precios de los cereales están afectando a todo el planeta. Sin embargo, en el continente africano, donde casi la mitad de la población vive en la pobreza, las hambrunas y el efecto sobre la vida de millones de personas, pueden socavar los avances en desarrollo realizados hasta ahora.
“Nos enfrentamos al hambre a una escala sin precedentes, los precios de los alimentos nunca han sido tan altos, y millones de vidas y medios de subsistencia penden de un hilo. La guerra en Ucrania está sobrealimentando una crisis tridimensional -alimentos, energía y finanzas- con efectos devastadores en las personas, los países y las economías más vulnerables del mundo”- António Guterres, secretario general de Naciones Unidas
Y es que a nivel mundial, los niveles de hambre siguen siendo alarmantemente altos.
WFP (World Food Programme) en su “Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2022” (GRFC 2022), revela que en 2021 se superaron todos los récords anteriores con cerca de 193 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda y con 53 países/territorios con necesidad de ayuda urgente. Esto representa un aumento de casi 40 millones de personas en comparación con el máximo anterior alcanzado en 2020 (informado en el GRFC 2021).
Las catástrofes meteorológicas relacionadas con el agua siguen teniendo mucho impacto. Se han intensificado en los últimos años y son una de las causas de estas terribles cifras.
Estos fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el agua fueron los principales causantes de la inseguridad alimentaria aguda en ocho países africanos, con 23,5 millones de personas en situación de crisis o peor (fase 3 o superior) en 2021.
Madres y niños desplazados en Etiopía por la sequía y la crisis alimentaria
El informe se centra en las regiones que requieren una acción urgente para satisfacer sus necesidades alimentarias. Estas las clasifica en:
Crisis – fase 3, los hogares que se enfrentan a deficiencias en el consumo de alimentos, lo que se refleja en una malnutrición aguda o superior a la normal, o sólo pueden satisfacer mínimamente sus necesidades alimentarias mediante el agotamiento de los medios de subsistencia esenciales.
Emergencia- fase 4, las personas se enfrentan a desnutrición aguda y un exceso de mortalidad debido a la falta de alimentos, o recurren a estrategias de afrontamiento de emergencia para mitigar las grandes carencias de consumo de alimentos.
Catástrofe- fase 5, los hogares han agotado todas las estrategias de afrontamiento y se enfrentan a la indigencia, a una malnutrición muy elevada, a la inanición y a la muerte.
Las previsiones para 2022 no son buenas.
Según este informe, durante 2022 aumentará el número de personas en situación de catástrofe. También Banco Mundial alerta de la peor crisis alimentaria en una década.
En la mayoría de las principales zonas de crisis alimentarias del mundo, la inseguridad alimentaria aguda se espera que persista en niveles similares a los de 2021 o que aumente. En algunos países se prevén deterioros importantes. Y ya en 2021 aumentó el número de personas hambrientas a 46 millones según un informe de Naciones Unidas que hizo eco recientemente El País.
Uno de estos países es Etiopía. El informe prevé que Etiopía se enfrente a una de las crisis alimentarias más graves del mundo en 2022, como consecuencia de los efectos combinados de la escalada de la violencia, la sequía prolongada y la inestabilidad macro-económica.
La escasez de lluvias de los últimos años ha provocado una sequía extrema. El informe prevé que entre 14 y 15 millones de personas estarán en situación de crisis o peor (fase 3 o superior) en julio-septiembre de 2022.
La sequía ha hecho estragos en muchas regiones de África en los últimos años:
- Durante el último año, en el sur y el centro de África, y el suroeste de Angola experimentaron las peores condiciones de sequía de los últimos 40 años, con una producción de cultivos entre un 50% y un 80% inferior a la media de cinco años.
- En África oriental, algunas zonas de Etiopía, el este de Kenia, el sur de Somalia y Uganda se enfrentaron a condiciones de sequía entre moderadas y graves, que limitaron la producción de alimentos, aumentaron los precios y disminuyeron los ingresos del trabajo agrícola y de la producción agrícola y ganadera.
- En África Occidental y el Sahel, el déficit de lluvias en 2021 afectó la producción de alimentos y los medios de subsistencia en casi todas las regiones.
Etiopía en números: 74.000 niños desplazados por el hambre
La grave sequía y crisis alimentaria provocada por el cambio climático ha devastado el suministro de alimentos y agua en Etiopía. Los efectos del cambio climático en la región se han visto exacerbados por los conflictos armados, las enormes plagas de langostas y Covid-19.
La guerra en Ucrania ha añadido más presión a la situación, aumentando los precios del petróleo, de los alimentos y el coste de la vida en general. La disminución de los recursos alimentarios amenaza más de 5,7 millones de vidas. Datos proporcionados por Amref internacional:
330.000
Cantidad de personas desplazadas
74.000
NIÑOS DESPLAZADOS
Más de 4 mil niños con menos de 5 años sufren emaciación en Etiopía
La intensificación de los conflictos en 2021, sobre todo en el Sahel, Etiopía y Afganistán, ha contribuido a que se produzcan niveles muy altos de emaciación debido al aumento de los desplazamientos y a la alteración de los medios de vida, lo que ha afectado negativamente al acceso a dietas adecuadas y los servicios de salud.
Las crisis relacionadas con el clima, como la sequía en regiones de Angola, Etiopía, Kenia, Madagascar y Somalia, han incrementado sustancialmente los casos de emaciación infantil al acabar con las cosechas y contribuir a la subida de los precios de los alimentos y a la caída de los ingresos, lo que dificultó el acceso de la población a dietas sanas, además de limitar el acceso al agua potable y al saneamiento.
«La emaciación es una forma de malnutrición potencialmente mortal que provoca una delgadez y debilidad extremas en los niños, y aumenta sus posibilidades de morir o de sufrir deficiencias en su crecimiento, su desarrollo y su capacidad de aprendizaje» – Unicef
Las madres son el corazón de la respuesta de Amref ante la crisis alimentaria
Si una mujer sufre desnutrición durante el embarazo o la lactancia, puede causar daños irreversibles en el desarrollo físico y mental del bebé. En Afar, un tercio de las mujeres que amamantan sufren desnutrición, mientras que más de la mitad de los niños menores de cinco años padecen desnutrición aguda. Muchos no llegarán a cumplir los cinco años.
Conseguir el fin de la malnutrición en Afar, Etiopía. ¿Cómo actuamos?
En Etiopía, en la región de Afar, Amref lleva años trabajando y ha llevado a cabo ya 11 proyectos de desarrollo desde 2005.
El territorio de Afar se ubicada en la unión de tres placas tectónicas. Se trata de una de las zonas volcánicas más activas de la tierra, caracterizada por calor extremo y sequía.
En un proyecto reciente cofinanciado por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), abordamos el objetivo de contribuir al fin de la malnutrición en esa región.
Los afar son un pueblo seminómada que se desplaza constantemente por este territorio en busca de agua y pasturas para el ganado. El alimento básico de las comunidades etíopes se compone de ingredientes muy limitados. Afar es una de las regiones con más altas deficiencias nutricionales y de micronutrientes básicos. Esto se manifiesta especialmente en las mujeres embarazadas y lactantes y en menores de 5 años.
- En Afar, el 75% de los niños menores de 5 años padece alguna anemia. El 41% tiene desnutrición crónica y el 50,2% desnutrición aguda.
- La mortalidad infantil de los menores de 5 años es la más alta del país (en Etiopía 1 de cada 15 niños muere antes de cumplir los 5 años).
Entre los objetivos del proyecto estaban:
Mejorar la nutrición y la salud de los menores de 5 años y las madres lactantes
¿Cómo?
- Trabajando con las madres y la comunidad para mejorar los hábitos de alimentación a través de la diversificación de la dieta y nuevas formas de preparar los alimentos.
- Realizando campañas sobre lactancia materna.
- Formando a profesionales sanitarios de centros médicos y agentes de salud comunitarios en identificación, tratamiento y seguimiento de los casos de desnutrición de menores de 5 años.
Hemos aprovisionado los centros de salud con capacidad para atender a 25.000 niños.
Aumentar la productividad agropecuaria y los ingresos de los pequeños productores de alimentos
¿Cómo?
- Con actividades de formación y apoyo para la creación de cooperativas agrícolas, cooperativas avícolas (cría de pollos) y huertos comunitarios destinados a la alimentación.
- Trabajando para que las familias tengan acceso a una alimentación variada y consigan ingresos de la venta de excedentes en los mercados locales.
Hemos puesto en marcha cooperativas agrícolas para 225 familias.
